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5 Consejos para reducir la autoexigencia

¿Cuántas veces te has exigido de más y terminas agotado? En la actualidad es muy común que la mayoría de las personas lleven un ritmo de vida acelerado y que sientan que nunca tienen tiempo para nada. De hecho, muchas veces terminan reduciendo las horas dedicadas al descanso por terminar tareas relacionadas a su profesión, formación o labores del hogar. Si te sientes identificado con esta descripción te invitamos a que tomes una pausa y pares de autoexigirte porque los seres humanos no somos robots.

De acuerdo al Centro de Psicología Marhela de Vitoria-Gasteiz, España, la autoexigencia se define como “una característica o actitud propia de ciertas personas relacionadas con establecerse metas y esforzarse por alcanzar ciertos estándares”.

Sí, la autoexigencia puede ser positiva si tienes una meta muy alta y quieres alcanzarla o deseas lograr algo en un tiempo récord. Sin embargo, mantenerte en este estado permanentemente puede llegar a ser dañino para tu salud física y mental.

El psicólogo Raúl González de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) explica que una persona autoexigente muchas veces experimenta traumas en su niñez que afectan su autoestima y lo hacen sentir insuficiente ante su familia. También puede hacer tenido conflictos sin resolver en la escuela o el trabajo y esto lo convierten en un ser “vulnerable a perseguir metas profesionales y emocionales sin obtener satisfacción”.

Síntomas de que estás siendo autoexigente

  • Tus estándares de calidad son tan elevados que muchas veces te cuesta alcanzarlos.
  • Tienes baja tolerancia a los errores.
  • Haces un esfuerzo desmedido a diario para alcanzar estándares autoimpuestos.
  • Baja autoestima que te hace sentir insuficiente.
  • Sueles prestarle más atención a los errores que a los logros.

Consecuencias de la autoexigencia

  • Puede llevarte al aislamiento social y a la pérdida de amigos.
  • Agotamiento físico y mental.
  • Altos niveles de competitividad.
  • Estado de ánimo bajo o irritabilidad asociada al estrés.
  • Problemas gastrointestinales por el desequilibrio emocional o la falta de tiempo para tener una correcta alimentación.
  • Autocrítica excesiva.
  • No te pones límites en cuanto al trabajo y eso evita que desarrolles actividades placenteras.

Consejos para dejar de autoexigirte

La autoexigencia puede reducirse, pero lo primero que debes hacer es hacerte consciente de que te estás poniendo estándares muy altos y no se trata de que no los puedas alcanzar, sino que cultivar tu interior también es importante.

  1. Sé autocompasivo contigo mismo.
  2. Establece metas realistas y alcanzables, así reducirás tu presión.
  3. Empieza dejar de lado los pensamientos perfeccionistas.
  4. Haz actividades que reduzcan tu estrés y ansiedad.
  5. Dale prioridad a tu autocuidado.

¿Listo para poner en práctica estos consejos?

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