La ida entre Barcelona y PSG fue una locura. El conjunto culé se llevó una victoria muy importante de París al imponerse 3-2 ante los franceses, que dejaron un primer tiempo muy gris y en particular, una “ausencia” notable de Mbappé, alejado de la acción durante todo el encuentro de cuartos de final.
Ahora toca la vuelta, con Montjuic envuelto en un clima inmenso para los blaugranas, que siguen peleando el acceso al Mundial de Clubes de 2025 con el Atlético de Madrid y no paran de soñar con levantar la orejona, algo que luce complicado pero para nada sería una locura tener a los culés celebrando en Wembley. Para eso, primero se debe clasificar a semifinales.
El Barcelona sabe que su partido de ida fue el ideal, aunque en frente no tenían al PSG real, golpeado por el atrevimiento culé y con poca capacidad de superar el shock del primer gol, además de llevarse un empate cuando todavía saboreaban la remontada. El gol de Christensen fue la daga final.
Los franceses tienen en la mano el pase a semifinal, aunque deben ganar por dos goles para hacerlo de forma directa y para eso tienen que llegar a tope Mbappé, Dembélé y Vitinha, figuras del club y los llamados a liderar al equipo en este reto y lo que les pueda quedar de competición europea.
De cara a las semifinales, el PSG tendrá que evitar una amarilla para Lucas Hernández, Skriniar, Vitinha, Ugarte y Dembélé, mientras que por el Barcelona son Lamine Yamal, Frenkie de Jong, Ronald Araújo, Ferran Torres y João Félix los que se perderían la ida de la próxima instancia en caso de ser amonestados esta tarde.
