El Real Madrid jugará una nueva final de Champions League tras vencer al Bayern Múnich 2-1 en el Santiago Bernabéu, mítico templo que pese a su remodelación no pierde la mística de noches europeas y volvió a vivir una remontada heroica del conjunto blanco, que jamás baja los brazos y lo volvió a demostrar.
Comenzó el encuentro con una presión asfixiante del Real Madrid, consciente de la exigencia ante el equipo alemán al que hizo retroceder apenas sonó el silbato, con la velocidad de Vinicius y la marca casi personal a los defensores en cada salida, provocando varias pérdidas ya cercamientos importantes.
Al minuto 5 Carvajal aprovechó uno de los espacios generados en la presión para mandar un centro raso que se paseó el área sin que Rodrygo llegara a conectar. La respuesta fue de Gnabry con una jugada muy parecida en la que Kane intentaba llegar para cerrar la pinza pero tampoco lo consiguió.
El dominio del Real Madrid era claro y al 12 se consiguió con el poste después de un disparo de Vinicius, que planteó su duelo personal ante Neuer. La exigencia física pasó factura a Gnabry, recién recuperado de una lesión muscular que le hizo salir sustituido por Alphons Davies al minuto 27.
Un minuto después del cambio apareció Kane de forma muy clara con una volea que no iba gol, pero exigió a Lunin con una gran parada abajo en el poste. De ahí en adelante, el Bayern renunció a defender los laterales, permitiendo que el Real Madrid llegara a línea de fondo para mandar centros estériles ante el poderío físico de los alemanes.
Con la decisión de Tuchel el equipo bávaro redujo desgate y se centró en Vinicius, que al 39 volvió a meter un pase que Neuer dominó. Final del primer tiempo en máxima tensión, tal como comenzó el segundo, que apenas al minuto 54 volvió a tener un desborde de Vinicius que desaprovechó Rodrygo.
Comenzó a abrirse el Real Madrid, permitiendo al Bayern atacar para tratar de romper su candado en el medio, pero esta vez Tuchel tomó previsiones y se notó con Musiala y Kane, que jugaron un papel importante habilitando las bandas a la espalda de los laterales merengues, comenzando un toma y dame entre ambos equipos.
Al 59 Neuer sacó un gran disparo de Vinicius, al 65 Lunin respondió con un paradón ante Musiala y al 67 Davies tomó un cambio de banda magistral para dejar con un recorte hacia afuera a Rudiger, disparando de derecha para poner el balón muy lejos del portero blanco y abrir el marcador, silenciando al Bernabéu.
Pero es el Real Madrid y se comenzó a gestar la remontada de costumbre. Al 71 Nacho marcó un gol tras quitarse a Kimmich con un empujón, por lo que el VAR invalidó el tanto mientras la grada calentaba el ambiente ante los intentos de Kane por ampliar la ventaja, justo cuando Ancelotti mandó a todos a adelantar líneas.
Entraron Brahim y Joselu, Rudiger comenzó a pisar el área después de un gran pase a Vinicius que cruzó el campo pero el brasileño no supo aprovechar. Precisamente el 7 merengue se atrevió ahora a pegar desde la frontal del área y en el rebote de Neuer, apareció Joselu para empatar el encuentro al minuto 87.
Al 91 Rudiger de nuevo, ahora por izquierda, pisó cerca del área del Bayern para centrar el balón y el héroe de la noche, Joselu Matos, remató para el segundo, apareciendo como killer, lo que necesitaba el Real Madrid en el centro. 2-1 en el marcador, cara de desconcierto en Tuchel y su cuerpo técnico.
9 minutos de agregados dieron para un gol anulado al Bayern por un offside dudoso y en el límite, incluso se terminaron jugando más de 14 minutos adicionales, pero una vez más el Real Madrid se metió en la final de Champions para enfrentar al Borussia Dortmund, un duelo inédito en esta instancia históricamente.