Se esperaba mucho del partido entre Bayern Múnich y Real Madrid en la semifinal de la Champions League y ambos equipos cumplieron en el Allianz Arena, que dejó un ambiente fantástico para la cita continental en el empate 2-2 que pudo haber terminado con victoria local de haber acertado ante Lunin.
Apenas al segundo 42 de partido avisó Sané, muy móvil por las bandas para colarse y recibir un pase de Kane que terminó disparando de zurda, pero Lunin arrancó atento el encuentro y pudo detener el intento del alemán. La idea era clara: desgastar a Lucas Vázquez. La diferencia física es evidente y el Bayern machacó mucho por derecha cambiando a Musiala y Leroy.
Al minuto 5, 7, 12 y 15 lo intentó el Bayern con Kane, Musiala y Sané, que sortearon bien la defensa blanca de Rudiger y Nacho pero se toparon con Lunin. No fue hasta el 19 que el Madrid pudo salir con oxígeno en el primer balón que logró controlar Bellingham, muy marcado todo el encuentro con el jugador más cercano del equipo bávaro.
Lo entendió el merengue en ese momento, dando a Jude la labor de pivote para brindar espacios a Kroos y así permitir que Lucas se liberara del yugo de Sané, incorporando más al ataque al equipo y dándole a Valverde la labor de todoterreno. Esos movimientos comenzaron a mover las líneas del local hasta que se generó un espacio.
En el momento justo, Kroos aprovechó una ruptura en diagonal para mandar un balón casi desde mediocampo que llegó a los pies de un rápido Vinicius, que apenas encaró a Neuer definió raso para abrir el marcador cuando peor lo pasaba el Real Madrid. No haber aprovechado las oportunidades sentenció al Bayern en el primer tiempo.
Cerca del medio tiempo, Kane hizo sudar frío a Lunin con un tiro libre que pasó muy cerca del poste, pero finalmente el 0-1 prevaleció en el marcador. Ya para el segundo tiempo Tuchel recurrió a una fórmula que ante el Arsenal le dio profundidad y solidez por izquierda al poner a Guerreiro por delante de Mazraoui, incluso sacrificando a Goretzka.
Los resultados fueron casi inmediatos, ya que el peso de ese lado secó al Real Madrid y dio espacios a Sané, que se cambió a la derecha para dejar a Mendy en un recorte rápido que le abrió un pasillo por el que pasó un misil imparable para Lunin. 1-1 en el marcador, el Madrid en shock y 52 minutos en el reloj.
Tres minutos después, Musiala recortó hacia afuera para quitarse a Lucas Vázquez pero el gallego estiró la pierna y cometió infracción sobre el joven alemán, dejando un penal parecido al que él mismo sufrió en el Clásico ante Cubarsí. El encargado de cobrarlo fue Kane, que no falló desde los 11 pasos y puso el 2-1.
Ancelotti dio entrada a Brahim y Modric en lugar de Kroos y Bellingham, para tener la pelota y fabricar opciones. La idea del italiano fue materializada por Vinicius, que en un regate por izquierda encontró a Rodrygo en el área y este fue derribado por Min-Jae, generando una falta que el propio 7 de los hoy vestidos de negro aprovechó para el empate a 2 en el minuto 81.
Cualquier otro intento fue contenido por Lunin y Neuer en sus respectivos arcos, dejando todo para el Santiago Bernabéu, que recibirá el partido de vuelta el próximo 8 de mayo para definir al finalista que esté en Wembley el 1 de junio.
Foto: Bayern Múnich en X