Eden Hazard se retira oficialmente del fútbol. El belga se comunicó con el mundo a través de su cuenta de Instagram con una carta que rompe el corazón de quienes disfrutaron con su magia, aunque al mismo tiempo alivia a quienes ya no toleraban ver su caída vertiginosa, seguramente él en primer lugar.
“16 años de carrera y más de 700 partidos” es el resumen que el propio Hazard hace sobre su trayectoria, que se queda con un palmarés envidiable destacando que ganó todo lo posible y reconocible a nivel de clubes, con la cuenta de pendiente de darle un título a su selección, Bélgica, aunque también fue el líder de la mejor generación y desempeño que se recuerde en la misma.
Lo que comenzó como un destello de talento en Francia, bajo la tutela y seguimiento de Zinedine Zidane, que siempre lo quiso para el Real Madrid. Pero se adelantó el Chelsea, que por entonces compraba estrellas en todo el planeta y acertó de lleno con el que por años fue un relámpago azul dejando el 17 como estela de forma frecuente en Stamford Bridge.
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Con la 10 en la espalda y Mourinho en el banco se vivieron los mejores momentos de Hazard, en años que llevaron al jugador a lo más alto del fútbol como candidato fuerte al balón de oro, ese premio que parece haber sido diseñado para Cristiano Ronaldo y Lionel Messi. Pero también allí, comenzaron los problemas, aunque parecían leves.
Videojuegos en las concentraciones o charlas técnicas por un lado, mala alimentación por otro. El primero respondía de forma directa a la disciplina y no pasó de algún altercado verbal o regaño por parte del cuerpo técnico, pero el segundo, le hizo llegar fuera de forma al club que soñaba, el Real Madrid.
Zidane lo tuvo en su equipo como siempre quiso, pero ni su confianza y motivación lograron sacar de la irregularidad a Hazard, que cuando mejor pintaba sufrió un golpe de Meunier en el tobillo y ahí, el comienzo del final. Operaciones para colocar una placa metálica, operaciones para quitarla, regresos y recaídas.
100 millones después, Hazard dejó 7 goles y solo 5 partidos completos en el Santiago Bernabéu, además de la amarga sensación de nunca poder demostrar su verdadero valor y potencial, ese que estaba en su prime cuando lo presentaron con la 7 en la espalda como heredero de Cristiano Ronaldo.
