Han pasado 5 días desde el anuncio de la muerte de la monarca británica, Isabel II, y todos los ciudadanos de Reino Unido siguen rindiendo homenaje a su memoria. En los últimos anuncios se ha informado que el ataúd de la Reina llegó al Palacio de Buckingham, Londres, desde Escocia, en un auto fúnebre. Una vez ahí la Guardia de Honor lo recibirá en la Gran Entrada para colocarlo en los caballetes que están posicionados en el centro de la habitación.
Durante este acto han estado presente en todo momento el nuevo Rey Carlos III y la reina consorte junto a otros miembros pertenecientes a la familia real. Cuando el cuerpo ya esté reposando, la obispa de Londres e integrante de la Camara de Lores, Dame Sarah Mullaly, será la encargada de dirigir las oraciones. Al terminar, una rotación de capellanes, elegidos con anterioridad por la reina, serán los encargados de velar el ataúd.
Cabe destacar que ciudadanos que le tenían respeto y cariño a la monarca también se juntaron en las calles para acompañar la procesión ceremonial durante el recorrido del ataúd rumbo a Londres, sin embargo, el gobierno de Reino Unido les pidió que no se quedaran a acampar o esperaran a lo largo de la ruta porque terminaba ralentizando el proceso.
En medio de este recorrido la princesa Ana de 72 años, única hija mujer de la Reina Isabel II, conmovió a todos los presentes al acompañar sin descanso el ataúd de su madre mientras se realizaba la procesión. Posteriormente, cuando el cuerpo de la monarca pasó frente a ella en las puertas del Palacio de Holyroodhouse en Edimurgo, Ana fue la única en hacer reverencia mientras lloraba su muerte.
“Ha sido un honor y un privilegio acompañarla en sus últimos viajes. Ser testigo del amor y el respeto mostrado por tantos en estos viajes ha sido a la vez aleccionador y edificante. (…) Puede que se nos haya hecho recordar cuánto de su presencia y contribución a nuestra identidad nacional dábamos por sentado”, expresó la princesa el martes en una declaración dada.
