Budapest recibió al Sevilla en una nueva final de Europa League con la Roma como obstáculo para levantar la séptima, pero ni el récord de Mourinho ni la magia de Dybala evitaron que los españoles volvieran a levantar este trofeo, que es más suyo de lo que muchos imaginan y así lo demostraron, otra vez.
Rui Patricio alineó como titular junto a Dybala por la Roma, superando las molestias musculares que tenían ambos y así nivelar la balanza para su escuadra, que llegó limitada tras una temporada complicada por las constantes lesiones. El Sevilla, con Acuña sancionado, se presentó en pleno con los talismanes de Rakitić y Jesús Navas, viejos rockeros en esto de ganar títulos importantes para nervión.
Se adelantó el equipo italiano con gol de Dybala y aguantó bastante bien el partido, pero la alegría les duró apenas 20 minutos y el empuje andaluz consiguió el empate con autogol de Mancini. La polémica no faltó en un encuentro que tuvo sus más y sus menos entre Mourinho y el árbitro principal, Anthony Taylor, por un penal que pudo cambiar la historia. Pero en esta competición las cosas siempre parecen inclinarse a favor del Sevilla casi por ley universal.
El tiempo extra se jugó con la misma tensión que los 90 reglamentarios y finalmente, el punto penal sería el juez máximo para determinar al nuevo campeón de Europa League. Mourinho llegó con el récord de jamás haber perdido una final europea, ser el único en ganar los tres trofeos continentales de UEFA y también con un récord pésimo en tanda de penales. Mendilibar seguía soñando desde su llegada al banquillo del Sánchez Pizjuán, viéndose en una final que para su equipo es como un día más.
Bono y el poste ahogaron el grito de dos romanistas, mientras que Rui Patricio se encargó de alargar la agonía, pero la suerte persigue a los afortunados y Montiel, encargado de sellar la final del mundial para Argentina en penales, fue también el señalado para confirmar el título del Sevilla, incluida la repetición de su cobro por adelantamiento del meta portugués.
El Sevilla se impuso desde los once pasos y levantó su séptimo trofeo de Europa League para seguir haciendo historia, mientras que la Roma se quedó a las puertas de un segundo título continental en dos años, además de la primera derrota de Mourinho en una final europea. ¡Felicidades al campeón!