Después de 51 partidos invicto, el Bayer Leverkusen de Xabi Alonso volvió a saborear la derrota, tal vez en el peor momento, ya que fue en la final de la Europa League ante la Atalanta que se inspiró en Ademola Lookman para levantar el trofeo con un imponente 3-0 y sumar el segundo título a la vitrina del equipo italiano.
Los dirigidos por Gian Piero Gasperini montaron una presión asfixiante desde el comienzo obligando al conjunto alemán a tener errores impropios de su esquema y propuesta, luciendo nerviosos y hasta inseguros en la salida desde el fondo, una de sus principales virtudes. En uno de esos errores, se abrió el marcador.
Un centro raso desde la derecha se paseó por el área del Leverkusen y apareció Lookman para anotar el primero, anticipando a su marca para golpear de zurda y mandar el balón a la red al minuto 12. El shock fue total en el Leverkusen que siguió en la dinámica dubitativa cada vez que tenía la pelota, con Wirtz muy aislado del juego y Xhaka batallando solo en el mediocampo.
6 minutos después pudo llegar la respuesta de los alemanes, pero Grimaldo falló a manos del portero en un intento de sombrero, acción que respondió Scamacca con un disparo al cielo 1 minuto después. Poco pudo carburar el Bayer y recuperar la confianza cuando Ademola volvió a levantar la mano en el encuentro.
25 minutos en el reloj y Scamacca recibió en la frontal del área, un poco escorado a la izquierda, dejando un amague de adentro hacia afuera para quitarse la marca con un caño, encarar en el borde del área grande y mandar un disparo raso que no pudo tapar Kovar, poniendo el 2-0 en el marcador.
En adelante el Leverkusen tomó el control. Lo intentó Grimaldo al 34 pero Musso contuvo el disparo, lo mismo que al 36 cuando Wirtz dejó pasar un balón que se fue largo y el portero atenazó en sus manos. La última del primer tiempo fue para De Ketelaere, que disparó de lejos sin peligro.
El segundo tiempo mostró una mejor cara del Leverkusen, que mandó a Boniface a la cancha para adelantar sus líneas, generando peligro y teniendo el control del balón de manera continua. Frimpong y Wirtz comenzaron a aparecer más, pero solo para dejar sensación de peligro ante un Musso cada vez más seguro.
Hasta el 75, cuando Scamacca aprovechó el espacio para conducir el balón y habilitar a Lookman, que dejó el gol de la noche con una bicicleta y zurdazo que perforó el arco, colocando el 3-0 que sentenció el encuentro. 5 minutos después, Xabi Alonso retiró a Wirtz y Frimpong del campo, fundidos físicamente.
Atalanta se llevó el título en un gran encuentro, planteado de forma inteligente y con un derroche físico asombroso, permitiendo dominar al equipo más en forma de Europa y dándole una noche bastante gris, quitándole la posibilidad del triplete justo antes de esa tercera final de la temporada que jugarán el fin de semana por la copa local.
