La selección de Portugal jugó ante la República Checa en un partido rocoso, bajo lluvia y con el récord, ahora sí oficial, de Cristiano Ronaldo, que disputa su sexto torneo continental y buscaba comenzar con victoria. Lo consiguió, pero con bastante sufrimiento, un gol anulado y un héroe inesperado: Francisco Conceição.
El hijo de Sergio Conceição, otro histórico de la selección, apenas ha jugado con Portugal tras un reciente debut con la mayor, pero entró en la lista gracias a su juventud y ser junto a João Neves los llamados a llevar la batuta de la próxima generación. Y vaya manera de tomar experiencia con sus maestros.
El partido entero estuvo en los pies de Portugal, que solo tuvo que contener las contras de su rival y al mismo tiempo buscar abrir el cerrojo puesto en el arco contrario. Esto último muy difícil y lo primero, en un descuido, arruinó los planes de Roberto Martínez por culpa de Provod, que quiso marcar un golazo, de los mejores del campeonato, al recibir un despeje en la frontal del área que conectó de derecha, su pierna menos hábil, batiendo a Costa en el arco.
62 minutos y victoria parcial de República Checa. Pero el chip se cambió y 7 minutos después respondió Portugal. Nuno Mendes ganó el carril izquierdo y en el centro la defensa checa se enredó por completo, generando que Hranáč mandara el balón a su propio arco y se empatara el marcador.
La tensión bajó pero el ego portugués seguía herido y Cristiano comenzó a utilizar la mejor técnica disponible: ganar balones en el área. Ya Roberto Martínez había puesto al máximo goleador de la selección lusa como delantero de referencia para abrir las bandas y ahora, era el propio jugador el que cargaba con las oportunidades aéreas, pidiendo el balón en cada oportunidad y aunque recibió muy pocos, ese movimiento dio libertad de entrada a sus compañeros.
Comenzó a acercarse Portugal para mandar centros más cortos y peligrosos, algo que provocó un cabezazo de Cristiano que impactó al poste y en el rebote, Jota mandó a guardar el esférico. Tal como en el encuentro ante Bélgica, la tecnología demostró que simplifica las cosas y se decretó e fuera de juego, ahogando la felicidad lusa momentáneamente. Todo esto, con el minuto 96 en juego.
Con la banca teniendo de testigos a Joao Félix y Gonçalo Ramos, Roberto Martínez apostó por Pedro Neto y Francisco Conceição, queriendo potenciar las piernas presentes y darle oxígeno al equipo. Objetivo cumplido, ya que demostraron estar atentos y en una jugada casi calcada a la del empate, llegó el segundo.
Tres cambios participaron. Inácio, el central, mandó un cambio de banda perfecto para Pedro Neto, que recibió y encaró por la banda izquierda, ganando por completo la zona para meter un pase rastrero y complicado que generó otro mal despeje de la zaga checa y así, el gol, que esta vez no fue en propia puerta, porque evitando el cúmulo de gente que generó el tanto anterior se abrió un espacio que aprovechó Francisco Conceição.
Graduación para el chico, que ante cualquier duda en la línea de ataque estará disponible y ya le ganó la partida a Félix y Ramos, abrazándose además con el capitán, Cristiano Ronaldo, que tal como le sucedió a él en 2004, vio en Francisco Conceição una posible nueva estrella y fue a darle su bendición, con una gran celebración que se convierte en 3 puntos.