A horas del inicio de la Eurocopa en Alemania, Ilkay Gündogan se dirigió a su nación y realmente, a todo el mundo del fútbol, cumpliendo su labor de capitán y al mismo tiempo recordando su etapa como fanático, citando momentos como el mundial del 2006 y cada paso dado en la construcción de este equipo que ahora representará a los locales.
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Sin dejar de lado las complicaciones del fútbol y en específico las que pueda tener jugar con la selección de Alemania, hace un recorrido por conceptos como la unión, cultura y sacrificio, valorando el esfuerzo de todo el conjunto y recordando que incluso sin el trofeo se pueden hacer buenos torneos como en 2006. Citando la localía de su país, cierra de manera espectacular diciendo que pueden ganar de varias formas: “Como buenos anfitriones, como sociedad cosmopolita y, ojalá, en el campo”.
A través de una carta publicada en el diario Bild, se dirigió así a sus fanáticos:
Queridos aficionados:
El partido de esta noche es más que un sueño hecho realidad para mí: llevar a mi equipo nacional al campo como capitán en un torneo local; sólo de pensarlo se me pone la piel de gallina.
Así como nuestro camino como equipo ha sido difícil y lleno de contratiempos en los últimos años, yo también puedo recordar una carrera complicada con la camiseta de la DFB. Me siento aún más orgulloso de llevar a Alemania al campo como el primer capitán con antecedentes migratorios en un torneo importante.
Puedo liderar un equipo que es especial porque está formado por tantas culturas y países diferentes. Estos son exactamente los factores que nos harán fuertes como selección alemana en 2024: la diversidad y la influencia de diferentes culturas. Lo que pudimos aprender y sentir en el pasado es que el fútbol tiene el poder de unir a la gente.
Vivimos en tiempos en los que cada vez se construyen más frentes. La gente ya no se escucha entre sí. Hay una división en nuestra sociedad. Como equipo, en las próximas cuatro semanas queremos acercar a nuestro país, contribuir a que vuelva a haber más cohesión, que la gente pueda estar orgullosa de su selección alemana y seguir acercándose a los millones de invitados que vendrán a nuestra hermosa país en las próximas semanas con apertura, respeto y amistad. Queremos ser campeones de Europa.
Pero incluso si al final no ganamos el título, aún así puede ser un buen torneo. Al igual que en 2006, cuando tenía 15 años pude asistir como aficionado. Celebramos un cuento de hadas de verano, aunque sólo terminamos terceros.
Tenemos que decir abiertamente que algunos equipos son un poco más estables y llegan mejor preparados que nosotros. Pero con el fantástico apoyo de nuestros aficionados, podemos ganar este campeonato europeo en casa en muchos niveles. Como buenos anfitriones, como sociedad cosmopolita y, ojalá, en el campo, ¡ayúdennos a hacer realidad nuestro sueño JUNTOS!
Ilkay