La motivación es la energía que impulsa al ser humano a actuar de una forma u otra, y en el caso laboral puede ser la que determine que un trabajo esté bien hecho o no. Es común que al iniciar una nueva actividad todas las personas se sientan motivadas, el verdadero reto es mantener esos niveles de energía con el pasar del tiempo. Es por eso que aquí te diremos algunos consejos para que aprendas a combatir el aburrimiento de la rutina y que actives de nuevo tu motivación.
“La desmotivación laboral es normal, pero no es inevitable, puede suceder en pocas semanas o con el paso de los años, el tiempo que pase para que un trabajador se desmotive, dependerá de su nivel de trabajo personal, de su esfuerzo por mantener el nivel de interés, motivación y entusiasmo por el desarrollo de su trabajo”, afirma la Co-Directora de Co&Co Training Valle Molinero.
Lo primero que hay que saber es que existen dos tipos de motivaciones. Por un lado están las que provienen de tu interior y tienen que ver con objetivos personales, como obtener nuevas ganancias, superarte profesionalmente, alcanzar estabilidad, entre otros. Y por el otro están las externas que son el polo opuesto, es decir, hacer bien mi trabajo para que no me llamen la atención o demostrarle a mi jefe que puede apostar por mí en ese nuevo proyecto.
También es importante identificar las cosas que pueden llevar a las personas a perder el interés en sus entornos laborales. Entre las principales causas se encuentran:
- Realizar tareas repetitivas que no requieren de creatividad.
- Exceso de control por los jefes o superiores.
- Desenvolverse en un clima laboral problemático.
- Sentir que hay poco progreso.
- No tener un rol definido.
- Mala comunicación entre el personal .
Ahora llega la parte realmente práctica y fructífera, pues una vez que has identificado el problema principal es importante trabajar para recuperar la motivación. Para ello te recomendamos
- Recordar tus objetivos iniciales, ¿qué te llevó a hacer lo que estás haciendo?
- Identifica que es lo que te está frenando y cámbialo.
- Concentrarte en tus labores y esfuérzate al máximo.
- Rodéate de personas positivas y con gustos afines a los tuyos.
- Asume nuevos riesgos con una mentalidad positiva.
- Busca personas a las que ayudar y quienes te puedan aportar algo a ti.
“Si lo que queremos es crecer, evolucionar, aprender, sentirnos vivos, sentirnos útiles, sentirnos felices, deberemos animarnos a buscar retos, los retos nos obligan a cambiar formas de pensar, nos ponen en la necesidad de buscar alternativas, de ser creativos, resolver problemas. Cada nueva solución encontrada es una nueva estructura mental que nos hará más inteligentes, más sabios y felices”, comenta Molinero.