Los Play Offs de la NBA dejaron un episodio inolvidable la noche del pasado jueves con una soberbia actuación de Joel Embiid, pívot de los Sixers de Filadelfia que anotó 50 puntos ante los Knicks de Nueva York para conseguir una victoria de 125-114, revivir a su equipo y poner la serie 2-1 en un momento importante ya que ahora se mudan al Wells Fargo Center.
El MVP de la pasada temporada dominó la noche para confirmar un regreso contundente tras la lesión que en enero le apartó del tabloncillo, además de una particularidad que reveló tras la victoria con respecto a su salud: sufre parálisis de Bell. Este episodio, dejó una gran reflexión y muestra de su casta.
“Me he preguntado por qué a mí, pero no será una excusa, se debe tomar tal cual llega y superarlo”, declaró Embiid, que aseguró sentir molestias en su lado izquierdo de la cara por su estado actual, que comenzó el 17 de abril en la previa del juego de Play-In ante los Miami Heat en el que dejó 23 puntos, 15 rebotes y 5 asistencias durante 38 minutos, siendo clave en el triunfo 105-104.
“No quise decir nada, quise mantenerlo en privado para no generar distracciones en el equipo. Está en mi cabeza, lo veo como algo malo, pero es solo un obstáculo más que debo superar y así será”, agregó el pívot. De momento, parece ser recuperable y su presencia en los Juegos Olímpicos no tendría ninguna complicación, aunque el hecho de ver afectada su vista podría generar opiniones divididas.
¿Qué es la parálisis de Bell?
Según la clínica Mayo, (Rochester, Minnesota, Estados Unidos), “La parálisis de Bell (parálisis facial periférica aguda de causa desconocida) es una afección que provoca debilidad repentina en los músculos en un lado de la cara. En la mayoría de los casos, la debilidad es temporal y mejora significativamente con el transcurso de las semanas. La debilidad hace que la mitad de la cara se vea caída. La sonrisa se ve de un solo lado y el ojo del lado afectado no puede cerrarse.
El mismo ente indica en su página web los síntomas y signos que pueden presentarse:
- Comienzo repentino de debilidad leve a parálisis total de un lado de la cara, que puede ocurrir en cuestión de horas o días
- Caída de un lado de la cara y dificultad para hacer expresiones faciales, como cerrar un ojo o sonreír
- Babeo
- Dolor de mandíbula o dentro o detrás de la oreja del lado afectado
- Aumento de sensibilidad al sonido en el lado afectado
- Dolor de cabeza
- Pérdida del sentido del gusto
- Producción excesiva o escasa de lágrimas y saliva
En función a las consecuencias, la clínica Mayo indica las siguientes:
- Daño irreversible en el nervio facial.
- Crecimiento irregular de las fibras nerviosas. Esto puede provocar una contracción involuntaria de ciertos músculos cuando se intenta mover otros músculos (sincinesia). Por ejemplo, cuando sonríes, es posible que el ojo del lado afectado se cierre.
- Ceguera parcial o completa del ojo que no se cierra. Esto ocurre a causa de la excesiva sequedad y el rascado de la cubierta protectora trasparente del ojo (córnea).
Embiid seguirá en activo y se espera que este domingo forme en el quinteto inicial de los Sixers nuevamente, para guiar a su equipo en una serie en la que acumula 113 puntos en los tres partidos que se han disputado y buscan avanzar para disputar la semifinal de la Conferencia Este ante el ganador entre los Bucks de Milwaukee y Pacers de Indiana.
Foto: France 24