La UEFA Europa League celebrará una nueva final en el Puskás Aréna de Budapest, Hungría, con dos banquillos llenos de historia buscando el cetro. El Sevilla por un lado, buscando confirmar que esta es su copa por decreto moral. Al frente, José Mourinho, invicto en finales europeas y con el llamado a seguir haciéndose héroe en Roma en este nuevo viaje que emprende en su carrera.
El conjunto andaluz despachó a dos gigantes como Manchester United y Juventus antes de llegar a la gran final, mientras que los italianos se fajaron con el Feyenoord y el Bayer Leverkusen. Los duelos de semifinal para cada escuadra fueron auténticos derroches de táctica, empuje y coraje en el terreno.
Mendilibar lo tiene claro para este choque: “la historia no gana títulos”, respondiendo a los piropos de Mourinho, zorro viejo en estas circunstancias que aprovechó la rueda de prensa para halagar a sus rivales y al mismo tiempo, mandar un recado: “no somos angelitos”. Este miércoles a las 3 de la tarde se levantará el telón bajo la mirada atenta de Anthony Taylor, árbitro que ya estuvo en este mismo estadio en un Sevilla-Bayern de Múnich por la final de Supercopa de Europa que ganaron los alemanes en 2020.
El cliché se respira en la previa por aquello de “pronóstico reservado”, pero nada más cierto que esto para un enfrentamiento que tendrá los alicientes emocionales de cada bando. El Sevilla sabe los que es sufrir y ganar esta competición tal como en 2006, 2007, 2014, 2015, 2016 y 2020 entre Copa de la UEFA y Europa League, mientras que la Roma viene de ganar Conference League y los dirige un conocedor del tema y dos trofeos como este levantados con Porto y Manchester United. Ambos conjuntos solo se han enfrentado en esta competición una vez: campaña 19/20 en eliminatoria a partido único que ganó el equipo andaluz 2-0 con goles de Reguilón y En-Nesyri.
Para el partido que definirá al campeón de la competición ambos equipos tendrán bajas importantes. El equipo de nervión sufrirá la ausencia de Acuña por sanción y Fernando tampoco estará por molestias musculares. El representante del Calcio tiene muchos jugadores importantes en algodones con nombres como Rui Patricio, Matic o Pellegrini, esperando la evolución de Dybala, que según su entrenador podría sumar media hora de juego.
