Los Celtics de Boston confirmaron lo que todos esperaban: son campeones de la Conferencia Este. Propinaron una barrida contundente ante los Pacers de Indiana que al igual que los demás rivales de las eliminatorias, tuvieron la suerte de espaldas con las lesiones en sus jugadores importantes.
Primero fueron Butler y Rozier, ausentes en las filas de los Heat de Miami en la lucha de Play off. Se repitió contra los Cavaliers de Cleveland, que no contaron con Jarrett Allen y un intermitente Donovan Mitchell, algo que también pasó con los Pacers, que no contaron con Tyrese Haliburton.
En los Celtics la baja de Porzingis podría “equilibrar” los factores externos, pero los lesionados en los conjuntos rivales fueron de mucho peso, aunque algo es claro: No fue solo eso. El conjunto céltico se plantó con argumentos sólidos y un proyecto que lleva años construyéndose de buena manera.
No solo firmaron la mejor actuación de la fase regular, sino que además tuvieron una temporada en la que nunca perdieron dos o más partidos seguidos, hablando bien de su capacidad de respuesta. En play off dejaron marca de 12-2.
El premio Larry Bird se lo llevó Jaylen Brown, que promedió 29,8 puntos en la serie ante los Pacers y terminó como MVP, esperando ahora por su rival del oeste, que podría definirse esta noche con una victoria de los Mavericks ante los Timberwolves y tener a Doncic en la gran final de la NBA, la primera en su carrera.
Boston no gana un anillo de NBA desde 2008 y hace dos años intentó volver a la gloria, pero la experiencia de Curry pudo más para coronar a los Warriors de Golden State. Ahora, con la lección aprendida y un equipo engranado, buscan romper el empate que tienen con los Lakers y sumar el título 18 en su historia.
