El Manchester City se impuso al Inter de Milán en la final de Champions League el pasado sábado, coronándose como el nuevo monarca europeo con el trofeo correspondiente a la temporada 22/23. El club inglés completó un contundente y categórico triplete tras haber ganado la Premier League y FA Cup de Inglaterra.
Un primer tiempo algo flojo con dominio interista dejó el resultado sin goles al descanso, pero los 45 minutos de la segunda parte fueron distintos, con dos equipos olvidando un poco las tácticas y formas propuestas desde el banquillo para comenzar a buscar, de cualquier manera, el gol que abriera el encuentro.
Entre tantos intentos lo consiguió Rodrigo, el mediocampista español que esta temporada ha estado en un nivel sublime bajo la dirección de Guardiola y es pieza clave en el funcionamiento del equipo. Un balón que quedó dividido en la frontal del área lo aprovechó bien “Rodri” para batir a Onana en el único balón que el portero no pudo al menos tocar en su arco. 1-0 para los ingleses y el marcador no se movería más.
Así como la portería neroazzurra estuvo bien custodiada por Onana, el arco citizen tuvo en Ederson al guardián perfecto para una noche complicada. Lautaro, Lukaku y Dimarco no fueron capaces de aprovechar las oportunidades que tuvieron, incluyendo un agregado de 5 minutos frenético con el brasileño demostrando que la apuesta de Guardiola fue acertada.
Inzaghi ganó la partida táctica con un Inter sorpresivamente dominante, pero Pep ya perdió una final con el Manchester City y cayó eliminado durante años en fases finales, casi siempre ante los campeones de la competición en ese año. Eso le dio la mejor lección de todas: las finales primero se ganan, luego se juegan.
Pese al control interista durante el duelo, la escuadra de Manchester quería darle un final feliz al proyecto que tantos años se ha ido gestando a base de millones, estructura y buen juego. En Estambul, primó la convicción de una plantilla que desde la remontada del Real Madrid la temporada pasada acumuló ganas, revancha y experiencia.
Orden y desorden, toques y balonazos, De Bruyne lesionado y Haaland atrapado, suerte en Ederson y ausencia de la misma con Foden. El Manchester City vivió de todo, probó de todo y al final, se coronó como campeón de Europa, ganando el partido más importante de la competición para sacarle provecho a la gran temporada que hizo, con remontada en liga y reivindicación en Europa, además de apoderarse, al menos por ahora, de la ciudad de Manchester.
Ahora la ciudad espera ver a Noel Gallagher cumplir su promesa y darles un Oasis musical junto a Guardiola, que celebra su tercera Champions, la primera sin Messi y el Barcelona, la segunda que llega como triplete a su palmarés y el posible inicio del final en su etapa como director técnico del club inglés.
Foto/Manchester City en Twitter