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Mitos y verdades sobre las canas

¿Por qué surgen las canas? ¿Qué hábitos pueden acelerar la decoloración del cabello? Las respuestas a estas preguntas están llenas de mitos que llevan a la población a desconocer el verdadero origen de las hebras blancas y, por supuesto, a reprochar su aparición en el momento en que empiezan a salir a la luz. Por eso nosotros hemos decidido aclarar todas tus interrogantes al desmantelar las creencias más comunes, y que muchas veces suelen ser falsas, sobre las canas. 

 

  • Las canas solo salen en la vejez: Esta es una afirmación que con el pasar del tiempo se ha mostrado como errónea, puesto que la edad específica de la aparición de las canas va a depender directamente de la carga genética de la personas y de su estilo de vida. Hay quienes empiezan a ver sus primeros cabellos blancos a los 20 años, otros a los 30 años y así sucesivamente. 
  • Te hacen lucir mayor: Otro mito que depende exclusivamente de la persona, dado que muchos individuos tienen canas desde la adolescencia y eso no los hace ver de mayor edad. Incluso, en la actualidad se ha puesto de moda el uso de tintes platinados, blancos y estilos degradados que dan al cabello una apariencia blanquecina pero al mismo tiempo juvenil. 
  • Si las arrancas te salen más: Según los científicos de la Universidad de Medicina de Arkansas (EEUU), esto no es posible porque cada folículo piloso está creado para producir solo una hebra y retirar la misma no harán que nazcan más. Sin embargo, el hecho de arrancarla podría dañar del folículo, así que la recomendación es recortarla.
  • Aparecen por falta de vitamina B: Sí, esta es una de las razones que favorecen la aparición de las canas. 
  • Las canas hacen que el cabello crezca más rápido: Hasta ahora no existe evidencia científica que pruebe este mito. Probablemente, si en tu cabellera empiezan a aparecer canas, estas crezcan con la misma velocidad que las otras hebras. 
  • Consumo de tabaco y alcohol aumentan las canas: Tampoco existen estudios que comprueben esta relación, pero el consumo de dichos elementos sí generan daños en el cabello de forma general. Traen consigo resequedad y deshidratación. 

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