El Papa emérito Benedicto XVI murió este 31 de diciembre 2022 a la edad de 95 años por causas naturales. La noticia conmocionó no solo a la Iglesia Católica, sino al mundo entero pues fue un hombre que a lo largo de su vida se dedicó a la oración y al retiro espiritual. De hecho, es el segundo Papa más longevo de la historia, pues el primero es el papa Agatón que murió de 102 años.
En el 2005 fue elegido como el 256° Papa de la Iglesia Católica y el séptimo soberano de la ciudad del Vaticano, tras el fallecimiento de Juan Pablo II. No obstante, en el 2013 Benedicto XVI renunció al cargo alegando que ya tenía una “edad muy avanzada”, tomando de esta forma una decisión excepcional para la historia de la religión católica, pues fue el único Papa en tomar la decisión de forma libre y voluntaria.
Justo ese año se celebró el conclave en el que resultó elegido Jorge Mario Bergoglio, un arzobispo de Buenos Aires, Argentina, quien actualmente es llamado el Papa Francisco.
Recordemos que el 28 de diciembre el papa Francisco hizo un llamado a la comunidad católica pidiéndole que rezaran por su predecesor porque se encontraba “muy enfermo”. Las palabras exactas del pontífice fueron: “Quiero pedirles a todos una oración especial por el papa emérito Benedicto que sostiene a la Iglesia en su silencio. Está muy enfermo (…)Pedimos al Señor que lo consuele y lo sostenga en este testimonio de amor a la Iglesia hasta el final”.
El papa emérito Benedicto XVI fue un hombre que dedicó su vida a la religión. Desde 1952 fue nombrado para dar clases en el Seminario de Freising y en 1953 se convirtió en doctor de teología. Dos años antes ya había recibido el título de sacerdote, para 20 años después convertirse en arzobispo y cardenal.
Posteriormente, el 25 de noviembre de 1981 fue nombrado por el papa Juan Pablo II como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Sumado a eso, ese mismo año se convirtió en el Presidente de la Comisión Teológica Internacional y de la Pontificia Comisión Bíblica.
