¡Un triste adiós! La musa de la cinematografía italiana, Gina Lollobrigida, falleció a la edad de 95 años. La noticia fue informada por su sobrino-nieto, quien actualmente es el ministro de agricultura italiano Francesco Lollobrigida, a través de su cuenta twitter, mensaje en el que aprovechó para denominar a su abuela como “una de las estrellas más brillantes de la cinematografía y la cultura italianas”.
Es importante recordar que Lollobrigida había sido ingresada hace tan solo unos meses a la Clínica de Roma, luego de sufrir una fractura de fémur en septiembre de 2022.
En cuanto a su trayectoria, Luigina Lollobrigida, nació en Subiaco (centro) el 4 de julio de 1927 en el seno de una familia acomodada que perdió todo luego de la Segunda Guerra Mundial. A sus 20 años, con ganas de superarse, se muda a la cercana Roma para estudiar Bellas Artes. En su biografía ella misma explica que “ella era la privilegiada en una familia de refugiados que malvivía en una adusta habitación y comía lo poco que lograba recoger”.
Cuando llega a la ciudad de Roma se inscribe en el Miss Roma y quedó de segunda finalista. Posteriormente, fue una invitada al Miss Italia, año en el que gana Lucía Bosé. Su paso por los concursos de belleza, se convirtió en el trampolín para adentrarse en el mundo de la actuación de la mano de los estudios romanos de Cinecittà.
Su talento la hizo destacar y en tan solo tres años recibió una oferta del millonario del productor Howard Huges, quien la llevó a Hollywood. Sin embargo, al poco tiempo decidió devolverse a Roma e iniciar su exitosa carrera, esa que la catapultaría como una de las actrices más afamadas de Europa.
Entre sus primeros éxitos se destacan Campane a martello (1949), Fanfán La Tulipe (1952), "Pane, amore e fantasia" (1953), "Beat the Devil" (1953), "Trapeze" (1956) o "Notre-Dame de Paris" (1956).
Uno de sus trabajos más destacados es la producción de título premonitorio "La donna più bella del mondo" (1956) en el que incluso tuvo la oportunidad de cantar un fragmento de la "Tosca" de Giacomo Puccini. Esto la catapultó como uno de los grandes íconos de la italianidad.
No obstante, sus papeles empezaron a disminuir en la década de 1970 para empezar a dedicarse al mundo del fotoperiodismo. Luego de eso apareció ocasionalmente en películas y en la televisión, en telenovelas como Falcon Crest (1984) que se transmitía en el horario de máxima audiencia lo que hizo que su voz volviera a sonar.
