Te preguntas constantemente ¿por qué no bajo de peso?, pero la verdad es que nunca respetas los horarios de las comidas habituales. Ahí puede estar la principal razón de tu problema. Según un estudio de la Universidad de Murcia, comer muy tarde puede provocar desórdenes metabólicos e intestinales que se traducen en una pérdida de peso poco común o, en el otro extremo, en obesidad.
La investigadora Marta Garaulet, que lideró este estudio, confirmó que la hora ideal para realizar la comida más pesada del día es entre la 1:30 y 2:00 p.m. Por su parte, la cena debería realizarse antes de las 8:00 p.m. para darle oportunidad al organismo de hacer la digestión antes de dormir.
La razón científica de este descubrimiento es el descontrol en la producción de las bacterias encargadas de procesar la comida, especialmente la microbiota. Estos cambios, que se pueden producir luego de una semana consumiendo alimentos a deshoras, generan consecuencias fisiológicas difíciles de controlar. De igual manera, terminan afectando las bacterias que tragamos a través de la saliva y que se acumulan en el intestino, lo que se traduce en una inflamación gastrointestinal.
“La comida principal o almuerzo conlleva una entrada masiva de energía que representa el 45% del total del día. Al comer en tiempo adecuado las bacterias se adaptan de manera que metabolizan correctamente. Cuando comes tarde las bacterias tienen mayor dificultad causando problemas metabólicos”, afirmó Garaulet.