La pandemia mundial por motivo del COVID-19 ha obligado a la mayoría de las personas a usar mascarillas la mayor parte de su día. Y aunque esta es una medida de protección necesaria, también es importante evaluar cuáles son las posibles consecuencias de esta práctica. Partiendo de eso, aquí analizaremos los problemas bucodentales que pueden originarse por el uso del tapabocas.
La Sociedad Española de la Ortodoncia (SEDO) afirmó que las mascarillas son capaces de agravar problemas de aliento, de acumulación de bacterias, caries o sequedad de boca. Aunque la solución ante estos inconvenientes va de la mano con una buena higiene bucal, la limpieza profunda y la visita a un odontólogo.
“Si desde que se usa mascarilla se tiene la percepción de tener halitosis (mal aliento) quizás ya se tuviera desde antes y no se hubiera dado cuenta hasta ese momento, ya que al llevar la boca y la nariz cubiertas por la mascarilla somos más conscientes del olor del aire que exhalamos”, afirmaron los especialistas de SEDO.
A pesar de ello es necesario tener en cuenta que el uso prolongado de la mascarilla sí produce la acumulación de saliva, sudor y humedad, por lo que podría favorecer la proliferación de gérmenes que generen mal olor en el área.
Esto recalca la importancia de cambiar el tapabocas de manera frecuente. Además, se podría disminuir la carga viral con enjuagues bucales antisépticos, la práctica de cepillarse tres veces al día y recurrir regularmente a un especialista.