Todos hemos conocido al menos a una persona que come alimentos puntuales y que suele descartar muchas cosas de sus platos diarios. Sin embargo, pocos saben que esto se puede tratar de un verdadero trastorno llamado Arfid (ingesta restrictiva de alimentos por evitación, también trastorno de alimentación selectiva o síndrome del comedor selectivo) su característica principal es que la persona se restringe de comer muchos nutrientes porque no le gusta la textura, forma o sabor de los alimentos.
No obstante, el problema real de este trastorno es que no se trata únicamente de exigencias moldeables por parte de la persona o de gustos, sino que la forma extrema de esta alimentación restrictiva puede tener un impacto severo en el organismo afectando la vida y salud de la persona. Aunque se ha investigado muy poco sobre este padecimiento, se cree que los factores genéticos de la persona pueden jugar un papel fundamental en el desarrollo de la persona.
Es importante tener en cuenta que se tomó en cuenta como trastorno alimenticio por primera vez en el 2013 y las personas que lo padecen consumen una cantidad extremadamente limitada y poco variada de alimentos. Esto no se relaciona a insatisfacción corporal o deseo intenso de perder peso, sino que se trata de aversión a ciertos sabores, olores, texturas u olores. También está relacionado a la falta de apetito o experiencias traumáticas al comer.
Consecuencias del Arfid
- Descontrol a nivel hormonal y en la producción de células a causa de la mala alimentación.
- Pérdida de peso.
- Deficiencias de vitaminas y minerales.
Debemos resaltar que una persona no elige tener Arfid y descubrirlo ayuda a reducir el estigma o la culpa con respecto a este u otros trastornos alimenticios, los cuales pueden ser tratados con terapias cognitivas conductuales, así como también terapias familiares.
