loader
Foto

¿Qué son el FOMO y el FOBO?

¿Sientes que todo el tiempo debes estar conectado? El mundo digital va más rápido que el mundo real y desde que aparecieron las redes sociales, las plataformas de streaming y las diversas aplicaciones que podemos tener en nuestro teléfono, no hay un día en el que no podamos estar en la web: buscando información, disfrutando de algún contenido o manteniéndonos al tanto del mundo 2.0.

No obstante, qué pasa cuanto nos desparecemos un par de horas y sentimos que nos hemos perdido de las últimas noticias del momento. Empieza a atacarnos la ansiedad, la tristeza o el estrés, justo en ese instante podríamos estar padeciendo del síndrome FOMO (Fear Of Missing Out), mejor conocido como “temor a dejar pasar” o “temor a perderse algo” dentro de las redes sociales.

De allí se deriva también la palabra FOBO (Fear Of Better Option) y fue el economista estadounidense Patrick McGinnis, quien lo define como “el miedo a no elegir la mejor opción a la hora de tomar pequeñas decisiones que condicionan y se dan en nuestro día a día”. No se trata de decisiones importantes, sino cosas como: qué serie ver para poder estar al tanto del acontecer; cuál plataforma elegir; en qué red social publicar, entre otras cosas.

Según la psicóloga española Judith Viudes: “Se conoce como FOBO, al miedo a perderse la mejor opción. Y esto ocurre porque vivimos en una era tecnológica repleta de miles de alternativas, y al final perdemos el rumbo de nuestro juicio de valor personal y queremos abarcarlo todo. Queremos elegir lo mejor, y a la vez que quede plasmado para que el mundo lo sepa”.

Esto no solo nos hace infelices, sino que también nos mantiene constantemente ansiosos por el deseo de estar en todo y ser aceptado socialmente.

¿Qué hacer para combatir este síndrome?

  1. Haz un juicio de valor sobre lo que realmente te apetece ver.
  2. Aprende a decir que no, si un tema no te gusta o interesa lo suficiente.
  3. Olvídate del qué dirán.
  4. La elección más popular no es la mejor para ti.
  5. ¿Elegiste mal? Aprende de ello y sigue adelante.
  6. Ten en mente que siempre pueden haber mejores y peores decisiones.

Compartir