Los vapeadores o cigarros electrónicos entraron en el mercado como una forma de sustituir a los cigarros convencionales. Se creía que la utilización de este instrumento se limitaría a aquellas personas que quieren dejar el cigarrillo. Sin embargo, la realidad es que muchos adolescentes empezaron a probar esta nueva manera de fumar desarrollando un gusto particular por la liberación de nicotina que generan.
Los vapeadores (SEAN) tienen un sistema de resistencia activado por una batería que se encarga de calentar el líquido que está en el tanque o cartucho, para luego liberarlo en forma de aerosol. La composición del aerosol contiene sustancias como nicotina, aceites, glicerina, aromatizantes, alcohol etílico, entre otros. Y aunque en esta lista no están todos los ingredientes, lo que sí es claro es que ninguno de ellos aporta beneficios a la salud.
En el 2009 el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) comunicó que el uso de estos instrumentos más allá de ayudar a la sociedad, la estaba afectando porque muchos jóvenes que no eran fumadores están empezando a serlo. Adicionalmente, publicaron un estudio en el que se vieron los múltiples casos de enfermedades respiratorias agudas y severas que se presentaban en aquellos pacientes que usaban este dispositivo.
¿Qué problemas respiratorios puede generar un vapeador?
- Disnea.
- Tos seca.
- Dolor torácico.
- Taquicardia.
- Hemoptisis (sangre al expectorar), entre otros.
Es por eso que las sociedades científicas han impulsado campañas que proponen la regulación de este tipo de dispositivos, puesto que si bien pueden ayudar a que un fumador combata su adicción, también representa un peligro para aquellos jóvenes que inocentemente creen que su uso no genera consecuencias negativas.
