¿Qué pensarías si te dijeran 9 años después que Robin Williams no se suicidó por depresión? Hace unos días la esposa del comediante, Susan Schneider, afirmó que la traumática muerte de este actor de Hollywood no fue por lo que todos creían. El informe de la autopsia reveló que si bien el estadounidense se quitó la vida, no fue por un simple deseo de suicidarse, sino que sufría de una rara enfermedad conocida como Demencia con cuerpos de Lewy (DCL).
Esta enfermedad, a menudo mal diagnosticado, genera múltiples síntomas en el individuo que terminan abrumándolo. Su padecimiento puede ocasionar alteraciones en el pensamiento, movimiento, conducta y estado de ánimo. El que padece DCL también puede llegar a tener alucinaciones visuales, dificultad para dormir, pérdida de memoria y problemas de visión espacial. De acuerdo a los expertos, es un padecimiento implacable que conduce a la demencia grave y la inmovilidad.
Frente a una nueva pregunta por la muerte de su esposo, Susan Schneider, comentó: “No fue la depresión lo que mató a Robin. La depresión fue uno de, llamémoslo, cincuenta síntomas, y fue uno pequeño. Los médicos me dijeron después de la autopsia: '¿Le sorprende que su marido tuviera cuerpos de Lewy en todo el cerebro y el tronco encefálico? Ni siquiera sabía qué eran los cuerpos de Lewy. Pero dije: 'No, no me sorprende'. ¿El hecho de que algo se había infiltrado en cada parte del cerebro de mi esposo? Eso tenía perfecto sentido. Era muy fuera de lugar que Robin fuera tan paranoico. Y ese fue el comienzo de este ritmo de 10 meses de síntomas crecientes con DCL es que los síntomas no aparecen todos a la vez, sino que cambian. Por lo tanto, son increíblemente confusos para el paciente y el cuidador”.
Definitivamente, los fanáticos aun extrañan a este hombre que logró captar la atención de adultos y pequeños con la gran versatilidad de sus personajes. Participó en diversas películas y formó parte de un set de comedia stand up. ¡Grande entre los grandes!
