¿Te sientes estresado últimamente? ¿Crees que vas en modo automático y no tienes ni un segundo para estar tranquilo? Una solución para ello es hacer ejercicios de respiración profunda, los cuales en poco minuto pueden darte calma. Es decir, con tan solo hacerte consciente de tus inhalaciones y exhalaciones puedes sentirte mejor, poniendo toda la concentración en tu interior y olvidándote del entorno.
Respirar despacio te permite estar atado al presente y poner los pies sobre la tierra con respecto a tu hoy. Esto teniendo en cuenta que pensar mucho en el pasado puede generar problemas de depresión y estar todo el día analizando el futuro causa ansiedad.
Frente a ello, la doctora Fiona Bailey de la Facultad de Medicina de la Universidad de Arizona comentó: “Una respiración más lenta y profunda, en la que te concentras en el tiempo que tardas en inspirar y espirar, va a ser beneficiosa para tu salud en general, no cuesta nada ponerla en práctica y se puede hacer sin que la mayoría de la gente sea consciente de que estás cambiando o regulando tu respiración”.
La idea es que la práctica sea totalmente intencional y tan profunda que se sienta en tus pulmones en conjunto con tu diafragma. Adicionalmente, si lo haces puedes sentir como el abdomen se expande, llenando y vaciando tu vientre. Pero, ¿cómo se lleva a cabo esta práctica? Aquí te explicaremos paso a paso para que lo puedas hacer en casa.
- Ponte ropa cómoda de modo que te sientes libre de ataduras.
- Túmbate de espaldas y coloca tus manos sobre el abdomen.
- Hazlo en silencio o con una música relajante.
- Concéntrate en seguir el recorrido del aire dentro de tu cuerpo.
- Mantente haciendo este ejercicio por aproximadamente un minuto.
De acuerdo a la Dra. Bailey, “la respiración profunda requiere más tiempo para cada respiración, por lo que se va a reducir el ritmo respiratorio, lo que significa que se va a respirar con menos frecuencia y el volumen de aire que se toma en cada respiración va a ser mayor que en reposo”.
